La respiración es uno de los pilares básicos del Yoga.
En el Ashtanga (ocho miembros) yoga creado por Maharishi Patanjali como el mapa para llegar al Samadhi (iluminación del Ser) ocupa el cuarto miembro denominada Pranayama (Control del la energía vital, respiración).
Pero vamos a empezar por el principio. La respiración se compone de la inhalación (rechaka), exhalación (puraka), retención con pulmones llenos (antar kumbhaka) y retención con pulmones vacios (bahya kumbhaka). Estos dos últimos componentes se utilizan en los pranayamas mayores y menores pero hoy vamos a hablar de la respiración que se utiliza en los asana (posturas de Yoga).
El mecanismo de la respiración en los asanas;
- La inhalación se produce por la contracción de los músculos respiratorios que aumentan la cavidad torácica, expanden los pulmones y por una diferencia de presión atmosférica hace que el aire entre en estos.
- La exhalación se produce por la relajación de los músculos respiratorios que disminuye la cavidad torácica, desinfla los pulmones y hace que el aire salga de estos.
- Músculos respiratorios; Principalmente hay dos grupos de músculos implicados en la respiración. Un es el diafragma y los músculos intercostales. El diafragma es un músculo con forma abovedada de tejido conectivo que separa la el pecho de los cavidad abdominal. Está conectado a la parte baja de la caja torácica y su contracción hace presionar hacia abajo el abdomen y aumenta la cavidad torácica. Después están los músculos intercostales que conectan las costillas entre si y su contracción aproximan esta costillas entre sí elevando la caja torácica y expandiendo así el pecho. Este grupo de músculos opera en las respiraciones más profundas.
Conociendo ya el mecanismo de la respiración es evidente y muy importante saber relajar el diafragma en la exhalación.
La descarga de impulsos nerviosos originados en los centros respiratorios (centro pneumotáxico, apnéustico, inspiratorio y centro espiratorio) situados en el bulbo raquídeo a partir del nervio frénico provoca la contracción del diafragma y de los músculos intercostales, produciendo la inhalación. Una ramificación de este nervio llega hasta el plexo solar. Y el plexo solar es una puerta para lograr el equilibrio del sistema nervioso autónomo. Cuando los impulsos cesan, los músculos se relajan y ocurre la exhalación. La tasa respiratoria promedio en reposo es de doce a dieciséis respiraciones por minuto.
Hay un error muy común que se piensa que la inhalación es el componente más importante de la respiración y esto no es así por el simple hecho de que el mayor aporte de oxígeno que se pueda realizar en una inhalación es proporcional por el mayor cambio de dióxido de carbono en los alveolos pulmonares que se produce en la exhalación. Es decir, para llenar nuestros pulmones de aire primero tenemos que vaciarlos bien.
En los pranayama siempre se exhala antes de la primera inhalación. Vaciamos bien los pulmones para que estos puedan albergar mayor ml. de aire en ellos.
Son muy habituales los ejercicios de respiración que doblan el tiempo de la exhalación en comparación al tiempo de la inhalación.
La capacidad pulmonar ronda entre los 5700 y 6200 ml. De esta capacidad siempre quedará en los pulmones un volumen residual de unos 1200ml. así que la capacidad vital es de 4500 a 5000ml. en teoría.
Durante la práctica de asana encontrarás ciertas restricciones naturales en el movimiento del diafragma y los músculos respiratorios. En el momento que tu mente te pide de desmontar la postura es donde realmente comienza el asana.
La respiración en asana tiene que ser armoniosa, lenta y consciente de cómo se está respirando y donde se está respirando. Los mas norma es que respiremos abdominal mente pero si te lo termite el asana y tu capacidad como practicante la respiración debería ser completa.
Poe eso lo primero que se le ensaña a un principiante es la respiración abdominal, después la respiración torácica o costillar y, cuando a aprendido a disociar estas dos respiraciones con holgura se le enseña la respiración completa o yóguica que se compone de respiración abdominal, torácica y si es posible la respiración clavicular para así llena toda la capacidad de los pulmones.
La gran importancia de tener buenos hábito respiratorios
Es de vital importancia tener buenos hábitos respiratorios, no solo para la buena práctica de asana sino para la buena calidad de vida y de gestión emocional. La respiración es vida. Podemos vivir sin comida ni agua durante algún tiempo pero sin respirar solo unos minutos. Es asombros como en la vida normal no se le presten la atención necesaria a la importancia de de respirar correctamente. Venimos a esta vida con una inhalación y la soltamos con nuestro último aliento. Para un Yogui la respiración apropiada tiene dos funciones principales; llevar más oxigeno a la sangre y por lo tanto al cerebro y controlar el prana o energía vital lo cual conduce al control de la mente y la buena gestión emocional. El pranayama (la ciencia del control respiratorio) consiste en una serie de ejercicios especialmente dirigidos a cubrir estas necesidades y mantener el cuerpo en un estado de vibrante salud.
El control consciente de la respiración es clave para obtener todos los beneficios de cualquier asana. Como hemos indicado anteriormente la coordinación armoniosa de inhalación y exhalación genera en el sistema nervioso como una onda de movimiento de esfuerzo y liberación, lo cual permite sentir mayor relajación y energía tanto en el cuerpo como en la mente.
Para finalizar vamos a volver a nombrar a gran maestro Maharishi Patanjali que afirmaba en los Raja Yoga Sutras (tratado sobre yoga mental) que asana debe de mantenerse de manera firme y confortable (sthira y sukha) al mismo tiempo, mientras que el practicante debería enfocarse en la relajación y meditar en lo infinito. Para permanecer en el asana es necesario un ajuste fino del tono muscular. La firmeza de la postura es lo único que puede apreciase por la apariencia exterior. Todos los demás aspectos mencionados por Patanjali Maharishi solo se pueden sentir subjetivamente, y la mejor manera de alcanzar la percepción es enfocarse en la respiración. Cada inhalación trae más fuerza y firmeza y cada exhalación brinda relajación y comodidad.
“La aflicción, la desesperación, el nerviosismo y la respiración alterada son indicios de una mente desconcentrada”. Patanjali Yoga Sutras, capítulo I verso 32